domingo, 6 de marzo de 2011

De desilusiones

Ésta prometía ser una de las mejores semanas de mi vida.
No ha sido así.

En realidad ha sido una semana en la que he descubierto el perdedor que hay escondido dentro de mí y que he intentado ocultar durante mucho tiempo.

No soy capaz de encontrar una trabajo; todos los trabajos que encuentro y los servicios que presento parecen inútiles. Si ya de por sí es difícil encontrar trabajo como traductor, cuando lo encuentro soy incapaz de competir con el resto del mercado. No puedo regalar servicios lingüísticos, ni puedo cobrar una tasa tan baja como 2$, ¡DOS DÓLARES! por 1000 palabras. Tampoco puedo tener lista una traducción de 8.000 palabras en 2 horas...
Y para más inri, cuando consigo una entrevista, la acabo cagando estrepitosamente con la prueba de traducción. Es deprimente que un estudiante de Máster a punto de graduarse tenga tan buenas notas y comentarios en los artículos de traducción y cuando hace una estúpida prueba de 400 palabras es rechazado por no cumplir con los estándares. ¿Qué estándares? ¿No es más sencillo decirme lo que esperáis de mí antes de realizar la prueba? Si algo he aprendido con la experiencia y mis lecturas es que hay muchas formas de traducir el mismo texto.

¿A qué conclusión llego?

Dejé de tocar la guitarra hace unos años porque no avanzaba y necesitaba más tiempo para mis estudios, abandoné taekwondo porque requería más esfuerzos y necesitaba dedicar más tiempo a mi formación.
Ni siquiera soy capaz de mantener un blog con actualizaciones más o menos habituales.
¿Abandono ahora mi carrera profesional como traductor?

Quizás sea lo más sensato. Llevo ya 3 meses ofreciendo mis servicios y he ganado un total de ¡50 míseros euros! 50€ en 3 meses trabajando a tiempo completo...

Debería buscar un trabajo como camarero y tendría menos responsabilidades, un trabajo más estable y mucho mejor remunerado.

Gracias mundo por destrozar mis sueños.

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